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Crónica Gilad Atzmon.



EL CUATRO ERRANTE por Mateo Rived.

GILAD ATZMON (SAXO)
YARON STAVI (CONTRABAJO)
CARLOS GONZÁLEZ "SIR CHARLES" (BATERÍA)


Hacer la crónica de alguien que, además de músico, es un controvertido humanista y escritor, puede que sea comparable a opinar sobre cómo preparaba la paella el Sr. Blasco Ibáñez, un sofrito de emociones. No me complace escribir crónicas como la de hoy, y espero sea una excepción, pero una revisión de principios nos haría sospechar que pueda ser injusto el no ser justo.
Ayer creí sentir cierto temblor en el jaimito's, cierto estremecimiento, por dos razones.
Por una parte Gilad, que ciertamente es capaz de hacerle a uno estremecerse con su forma de tocar, cargada de mensaje, de especias del Medio Oriente, de conflicto, de lucha. Su música parece condimentada de grandes experiencias y anhelos, y estoy convencido de que esta fuerza ha sido en parte responsable de la gran belleza de algunos de sus discos, destilados por el tamiz identitario de un pueblo y con el afán de aproximar oriente y occidente, al menos musicalmente.
Por la otra, tal vez toda esa fuerza provocara anoche una arruga en el tejido espacio-tiempo, tal vez la tónica ya no sea tónica, o puede que el cometido fuese otro, pero me estremecí al pensar que no había forma de predecir la posición del cuatro (siento el tecnicismo). Errar por el espacio, a no ser que se haga por completo, me parece una experiencia angustiante, y ayer mi pulso cardíaco no dejaba de dar brincos.
Dijo ayer Heráclito que la música no es sólo eso, música. Pues le daré la razón, muy a su pesar (y al mío). Me gustaría no repetir con demasiada frecuencia este atrevimiento.. Puede que tuvieran un mal día; seguramente sea eso. Ayer el personaje precedió al artista, tanto que Gilad no pudo evitar siquiera el tocar durante el descanso, quizás por un estilo más americanizado que por otra cosa. Para rematar, la sección rítmica se encontraba en pleno terremoto. Tendríamos que hacer caso a Forges, y no olvidarnos de Haití.
Ayer el concierto no estuvo, dejémoslo así, a la altura de un festival made in jaimito's.
Me pregunto si a Don Vicente las paellas no se las prepararían su amantes... Con pena lo digo, digo Armando (feliz cumpleaños!).

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