Es tradición sembrar las albahacas que están destinadas a convertirse en las más grandes y esplendorosas del mundo, llegando a alcanzar una altura de 2’5 m., para después ser ofrendadas el día 15 de agosto a la Virgen María.
A finales de marzo "el criador" siembra alrededor de 80 plantas en l'Hort de les Alfàbegues y crecen al sol con los cuidados adecuados para que estas tengan el color, el olor y la altura perfecta.
La ofrenda tiene inicio a las 10 de la mañana en este mismo huerto donde se reúnen "los reyes de la fiesta", obreres y majorals, para empezar la rodà. Seguido del tabal y la dolçaina van saliendo las albahacas, una a una, de menor a mayor tamaño formando dos grupos. Estas son transportadas por los jóvenes elegidos vestidos con las camisas de flores. Antes de la última albahaca de los grupos, desfila cada obrera soltera haciendo gala de su vestido regional de valenciana y acompañadas por el "sombrillero".
La rodà transcurre por las calles de la localidad durante toda la mañana, acompañada por la música de las bandas y por els majorals encargados de llenar la fiesta de colorido tirando confeti. Termina en l'Església de la Puríssima donde las dos obreras casadas vestidas de clavariesas , con teja y mantilla, se encargan de recibir a las solteras, y de ponerles la mantilla blanca para entrar, a continuación, al templo juntas y ofrendar a la Virgen con las albahacas.
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